Claves de la SEMANA
El ataque de EUA a instalaciones nucleares en Irán eleva significativamente el nivel de riesgo, con consecuencias impredecibles en el conflicto en Medio Oriente.
Los futuros de los principales índices bursátiles anticipan ajustes a la baja al inicio de esta semana.
La agenda económica global está cargada de información relevante. En EUA, destaca la confianza del consumidor, el PIB anualizado del 1T25, y el Índice de precios PCE de mayo, entre otros datos más.
En México, se publicarán las ventas minoristas de abril, la inflación de la 1ª quincena de junio y la decisión del Banco de México sobre la tasa de interés.
Catalizadores
Mientras los acuerdos comerciales entre Estados Unidos y otros países continúan en pausa, el conflicto en Medio Oriente representa un factor de riesgo inmediato. Si las tensiones escalan, podrían involucrarse aliados regionales, desestabilizando aún más los mercados.
El precio del petróleo enfrenta presión alcista ante cualquier amenaza del suministro, especialmente por la posibilidad de interrupciones en el estrecho de Ormuz. Esto podría traducirse en un repunte inflacionario global.
La semana pasada, los principales índices de Wall Street cerraron con variaciones moderadas y mixtas. Aunque esta semana inicia con alta incertidumbre geopolítica, las expectativas del domingo apuntaban a pérdidas moderadas en los activos de riesgo para este lunes.
El viernes se observó un elevado volumen de negociación en los principales índices bursátiles debido al fenómeno del quadruple witching, que ocurre cada trimestre.
En el ámbito local, el índice S&P/BMV IPC retrocedió 2.04% durante la semana, cerrando en 56,265, quedando el próximo soporte en torno a los 55,500 puntos.
El tipo de cambio cerró el viernes en $19.17, con una pérdida semanal de 1.21%, y el domingo alcanzó niveles de $19.26, mientras que índice dólar (DXY) tuvo un alza semanal de 0.54% a 98.71, y técnicamente presenta señales de alza.
Perspectivas:
El conflicto de Medio Oriente dominará la narrativa de los mercados. Una posible escalada podría impulsar los precios del crudo y del oro, y generar presión bajista en los activos de riesgo.
Un aumento prolongado en los precios del petróleo reactivaría preocupaciones inflacionarias, afectando las expectativas de recortes de tasas por parte de los bancos centrales.
Datos en EE.UU., del PCE y el PIB serán decisión para evaluar la postura futura de la Reserva Federal. En México, la inflación y Banxico marcarán el rumbo del peso y de la curva de tasas local.